viernes, 16 de octubre de 2009

Instalando halógenos

Vamos a necesitar un taladro, una sierra de corona, un alargador, un metro y un lápiz, para empezar. Con ayuda del metro y el lápiz, señalaremos en el techo los puntos donde pondremos los halógenos (el centro), dejando siempre al menos 40cm con las paredes u otras estructuras.

Luego mediremos el diámetro del agujero del halógeno (si no viene indicado), ajustaremos la sierra de corona y a perforar. Si el techo no es talla sino bovedilla, más vale que lo haga un profesional.

Preparamos tramos de tubo precableado (se hace un nudo en los extremos para que no se pierda el cable dentro del tubo) y lo pasamos desde el punto de luz original a cada uno de los agujeros que hemos hecho (montaje en paralelo). Después, con varias regletas, unimos todos los neutros por un lado, y todas las fases por otro (la tierra también si se quiere, pero los transformadores no suelen llevar esta toma, así que es tontería).

Conectamos los cables a su transformador en cada agujero, y por el otro lado enganchamos el portalámparas del halógeno.

Los transformadores tienen una entrada para alta tensión y el extremo opuesto para baja, donde va el portalámparas. ¡No confundirlos!

Colocamos los aros en el hueco habilitado, dejando el portalámparas visible para conectar el foco halógeno y ubicarlo en su sitio. Dependiendo del aro, quizás haya que poner la bombilla primero.

Para terminar, sólo queda comprobar el funcionamiento de la instalación y tapar con escayola el agujero original.

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